Descubierta nueva especie humana, el hombre del ciervo rojo.

Como ha cambiado la visión de la evolución humana los últimos años.
Pasamos de creer que sólo había una especie, a descubrir 3 especies (por ahora). A saber:

El Homo Sapiens del cual se supone que descendemos.

El Homo Floresiensis, una especie descubierta hace muy poco, también conocida como Hobbit ya que su estatura rondaba el metro.

Y ahora el Hombre de los cuervos rojos, nombre que parece sacado del libro "La hija del ciervo rojo".

Como casi siempre, lo que nos han contado cómo realidad absoluta no es cierta o mejor dicho es inexacta, ya que el ser humano siempre piensa que lo que sabe es la totalidad de la realidad y sobre eso hace las conjeturas.

Noticia completa de ABC:

La investigación aparece publicada en PLoS One y es, cuando menos, desconcertante. Se trata del descubrimiento en cuevas del suroeste de China de unos restos humanos pertenecientes al menos a cuatro individuos con una rara mezcla de características anatómicas arcaicas y modernas. Los científicos australianos y chinos que han estudiado los fósiles creen que puede tratarse de una especie humana previamente desconocida, una especie que compartió espacio con los humanos modernos hace de 14.500 a 11.500 años, un tiempo en el que comenzaban a establecerse en esa zona de Asia las primeras culturas agrícolas. Les llaman los «hombres del ciervo rojo» porque se alimentaban de este animal extinto. Por supuesto, esto es tan solo una atrevida hipótesis de estudio, ya que también podría ser, algo menos emocionante pero más probable, simplemente seres humanos modernos con rasgos distintos, como ocurre actualmente entre las diferentes etnias mundiales.

El equipo dice haber sido cauto en la clasificación de los fósiles (dientes, cráneos y mandíbulas), debido a su inusual mezcla de características. «Estos nuevos fósiles podrían ser de una especie previamente desconocida, una que sobrevivió hasta el final de la Edad de Hielo hace unos 11.000 años», dice el profesor Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur. Pero, añade, «también podrían representar una migración muy temprana y desconocida hasta ahora de los humanos modernos fuera de África, una población que pudo no haber contribuido genéticamente a la gente que vive en la actualidad».

Los restos de al menos tres individuos fueron hallados por los arqueólogos chinos en Maludong (o Cueva del Ciervo Rojo), en la provincia de Yunnan en 1989. Un cuarto esqueleto parcial había aparecido años antes en otra cueva de la vecina región de Guangxi Zhuang. Se quedaron sin estudiar hasta que la investigación se inició en 2008. Los cráneos y dientes de Maludong y Longlin son muy similares entre sí y muestran una rara mezcla de rasgos anatómicos arcaicos y modernos, así como algunas características nunca antes vistas. Estas mezclas se encuentran, por ejemplo, en la región supraorbital, la fosa mandibular y el esqueleto facial. José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, no cree que nos encontremos ante una nueva especie. «El trabajo es excelente, pero creo que se trata de homo sapiens con alguna caraterística más primitiva; pero esto es normal, los humanos modernos también las tenemos», explica. Entre esos rasgos que sí le han sorprendido se encuentra el triángulo retromolar, un hueco entre la muela del juicio y la mandíbula que caracterizaba a los neandertales.

Sin embargo, estima que, en realidad, esas diferencias físicas pueden responder a una variabilidad entre etnias. «También nos resultan diferentes los aborígenes australianos, pero, por supuesto, siguen siendo sapiens —señala—, lo que sucede es que China ha sido muy poco explorada durante muchos años y es normal que nos dé sorpresas».

Evolución en Asia
Aunque Asia contiene actualmente más de la mitad de la población mundial, los científicos todavía saben muy poco sobre cómo los humanos modernos evolucionaron allí después de que nuestros antepasados se asentaran en Eurasia hace unos 70.000 años. Hasta ahora, se creía que la región había estado vacía de nuestros primos evolutivos cuando los primeros humanos modernos aparecieron. Sin embargo, el nuevo descubrimiento sugiere que esto podría no haber sucedido así después de todo.

En la última década, se han encontrado en Asia el enigmático Homo floresiensis de Indonesia (el «Hobbit»), de 17.000 años de antigüedad, y pruebas de mestizaje humano moderno con los antiguos hombres de Denisova de Siberia. Ahora, el descubrimiento de esta «gente del ciervo rojo», dice Curnoe, «abre un nuevo capítulo en la historia de la evolución humana».



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