16 preguntas que nunca te atreviste a hacer
16 preguntas que nunca te atreviste a hacer
en
voz alta (y sus respuestas)
De niños no tenemos ningún problema en hacer toda clase de preguntas. Lo malo es que muchas quedan
sin contestar y otras tantas se nos ocurren ya de mayores,
cuando nos da algo de vergüenza pronunciarlas en voz alta. A mi edad,
¿no debería saber ya por qué el cielo es azul? ¿No es normal
que un huevo tenga forma de
huevo, al ser un huevo? Por culpa de esta vergüenza nos estamos perdiendo las
respuestas -que no son, ni mucho menos, tan obvias como puede parecer- y las ganas
de formular más preguntas. Aquí van algunas de ellas, con enlaces que amplían la información.
1. ¿Por qué a veces vemos
la Luna cuando es
de
día?
La Luna sólo se encuentra
en posición totalmente
opuesta al Sol durante la luna llena:
en el momento máximo de esta fase, resulta imposible
ver la estrella y el satélite a la vez en el cielo.
Durante el resto del mes, en teoría se podría ver la Luna de día, ya que es lo
suficientemente brillante como para verse en el cielo azul. De hecho y con un telescopio apuntando al lugar correcto, también podríamos ver Mercurio, Venus y
Jupiter, además de las estrellas más brillantes, según
explica Space.
Al entrar en fase menguante, la Luna irá apreciendo por el horizonte
cada vez más tarde
y por eso vemos la Luna de madrugada y por la mañana, como detallan
en RTVE. Al llegar a la luna nueva,
el satélite se alinea con el Sol y no la podemos ver desde la Tierra al estar ensombrecida por su resplandor. En cuarto creciente,
veremos la Luna
al atardecer.
El color del cielo se debe a la dispersión de Rayleigh, tal y como se puede leer enWhy Don’t Pe nguins
’ Feet Freeze? ("¿Por qué no se congelan las patas de los pingüinos?"), de Mick O’Hare. La luz que llega del sol entra en
la atmósfera y se dispersa en todas las direcciones. La luz azul tiene una longitud de onda más corta, por lo que se dispersa
más que las luces rojas y amarillas, dándonos la impresión de que ocupa todo el cielo.
Este proceso también explica que veamos el cielo rojo al anochecer y el amanecer.
Como el Sol está bajo en el horizonte, la luz ha de atravesar un tramo mayor de la
atmósfera para llegar a nosotros, por lo que la luz azul se pierde
antes
y nos llega la roja.
3. ¿Por qué el
cielo es negro de noche?
Aunque parece
una pregunta bastante obvia, no lo es tanto si tenemos presente la paradoja de Olbers, formulada por el físico alemán Heinrich Wilhelm Olbers en
1823: en un universo
estático e infinito, el cielo nocturno
debería ser totalmente brillante sin regiones oscuras o desprovistas de luz, ya que habría una estrella en
cada dirección en la que miráramos.
Scientific American explica la solución a esta paradoja:
aun dando por hecho que
el universo tenga un tamaño infinito, sabemos que no tiene una edad infinita, por
lo que aún no nos ha llegado la luz de las galaxias más distantes. “Nunca podemos
ver la luz de estrellas
y galaxias de todas las distancias
a la vez: o la luz de los objetos
más distantes no nos ha alcanzado
o, si
lo ha hecho, ha tenido que pasar tanto
tiempo que los objetos cercanos se habrán agotado y apagado”.
4. ¿Por qué las
nubes oscurecen antes
de
empezar a
llover?
Las nubes pasan de ser
blancas y esponjosas a grises casi negras porque absorben
más luz. En Why Don’t Penguins’
Feet Freeze? ("¿Por qué no se congelan las patas
de los pingüinos?") se explica
que cuando las nubes
aparecen blancas es porque
la luz blanca
se dispersa gracias a las pequeñas partículas de hielo y agua que las
componen. Antes de llover, estas partículas son mayores, por lo que absorben más luz y reflejan menos, apareciendo
de un color más oscuro.
5. Cada
generación es más alta,
pero
¿hay algún límite?
¿Acabaremos siendo monstruos de
seis metros de alto?
Por
favor,
que
la respuesta a esta pregunta sea: "Sí".
Hemos crecido unos 10 centímetros en los últimos 100 años, más o menos y según
recoge Martin Gent en 70 preguntas sobre el mundo que
nos
rodea
y sus asombrosas respuestas, gracias sobre todo a “una alimentación más sana y una mejor asistencia médica”.
Pero este crecimiento está próximo a acabarse,
según recoge este libro: “Los genes fijan a cada persona
un límite máximo de aumento de estatura. En condiciones
de vida óptimas este
margen genético se puede utilizar entero, pero no superar”. El cuerpo humano
tiene
sus
límites, como explican en BBC Future:una altura
6. ¿Se puede sudar dentro del agua?
Cuando hacemos ejercicio físico, la temperatura del cuerpo
comienza a subir y las glándulas sudoríparas se activan,
como explican en Muy
Interesante. Eso sí, si el
agua está fría, sudaremos menos.
7. ¿Por qué no te puedes hacer cosquillas a ti
mismo?
Cuando movemos nuestras extremidades, “el cerebelo produce predicciones
precisas de los movimientos
de nuestro cuerpo”, por lo que somos incapaces de sorprendernos a
nosotros mismos y de hacernos cosquillas: sabemos dónde y cómo
nos vamos a tocar, como explican
en BBC.
Las moscas son una de las muchas
cosas
molestas que llega con el verano, incluyendo el calor, la playa, los pantalones cortos y que a las diez de la noche aún
sea de día. Según cuenta BBC, las moscas
no lo pasan bien con el frío, pero (evidentemente) tampoco llegan a morirse todas y extinguirse. Estos insectos
pasan el invierno en grietas
y fisuras en un estado
similar a la hibernación, desperezándose en primavera para poner sus huevos. Las larvas suelen vivir en materia en estado de
descomposición, que
está a mayor temperatura que
el ambiente, lo que les permite aguantar.
9. ¿Por qué los
pájaros
no
se caen de las
ramas
cuando duermen?
De nuevo recurrimos a Why Don’t Penguins’ Feet Freeze?, donde se explica
que los pájaros cuentan con un ingenioso
sistema de tendones
en sus patas: “El tendón flexor va desde
el músculo del muslo hasta la rodilla, sigue
por la pierna, rodea el tobillo y llega hasta debajo de los dedos”. Esto implica que, en descanso en
una rama o en una percha, el mismo peso del pájaro hace que “doble su rodilla y el
tendón quede firme, cerrando las garras”.
Carmen Brown / Getty Images
10. ¿Por qué los
huevos tienen
forma de huevo?
La forma se deriva del proceso
de puesta, que deforma la cáscara antes de que
calcifique, tal y como explican en Why Don’t Penguins’
Feet Freeze? Aparte
de eso, los huevos son bastante más prácticos de lo que puede parecer.
Estas son algunas de las ventajas: si tuvieran esquinas o bordes, la estructura sería
más
débil; una esfera sería aún más resistente, pero la ventaja
de un huevo es que si rueda, tenderá a hacerlo en círculo, al acabar en punta, por lo que es difícil que
caiga del nido o se aleje demasiado;
la forma también es más cómoda que un
cilindro o una esfera a la hora de empollar; cuando hay
varios huevos, se pueden
guardar de forma eficiente en el nido, dejando poco aire entre ellos y conservando
el calor.
11. ¿Por
qué los caramelos de menta
hacen que
el
aliento parezca frío?
Se trata de una ilusión térmica: el mentol engaña a nuestro cerebro,
como explican en Mental Floss. Nuestros receptores TRPM8 responden a los estímulos del frío, como al comernos un helado o al beber un refresco. En la presencia de
sustancias como el mentol y el eucaliptol, estos receptores
también se estimulan, no sólo
dando esta impresión sino también potenciando
la sensibilidad al frío. Como añaden en Hipertextual, el mentol provoca además cierta sensación anestésica,
lo que unido a la sensación de frescor, nos ayuda a respirar. Y eso que ni siquiera abre
las vías respiratorias.
12. ¿Por qué usan una puntuación tan rara en el
tenis?
No, en serio, ¿por qué 15 a nada y no 1 a 0? ¿De dónde vienen esos "15,
30, 40, juego"? En inglés además ni siquiera se dice "nada", sino “love”. A eso hay
que añadir el deuce y la ventaja. Un lío que tiene
su origen en la Francia del siglo XV, cuando posiblemente se usaban los relojes como marcadores, siendo cada punto
un cuarto de hora.
El cambio de 45 a 40 se añadiría para ir sumando después puntos
de diez en diez en caso de empate a
tres (el deuce) y poder contar así la ventaja (50) y el juego (60)
con el objetivo de que se ganara con una diferencia
de al menos dos puntos.
De hecho, si de ventaja se pasaba de nuevo a deuce, el reloj volvía a 40.
No es la única explicación propuesta: esta puntuación
también se asocia
al jeu de palme (similar, pero sin raqueta y con mano). Se jugaba en un campo que medía
90 pies en total, con 45 en cada lado. Cada vez que marcaba quien
sacaba, podía adelantar 15 pies para el siguiente saque. La tercera vez sólo adelantaba
10 pies, llegando a los 40.
El
hecho de que los ingleses digan "love" en lugar de "nada" es posiblemente una
mala pronunciación de "l’oeuf",
el huevo en francés, tal y como se recoge en este vídeo
(en inglés) que también da respuesta a esta pregunta. Sí, los franceses solían
decir "huevo" porque se parecía a un
cero.
Las galletas contienen más azúcar y sal que las barras de pan, explican en Why
Don’t
Penguins’ Feet Freeze?, por lo que la galleta absorbe más humedad del ambiente, humedad que su textura
densa ayuda a mantener. Una barra de pan tiene menos azúcar y sal, además de una estructura más abierta,
por lo que no sólo no absorbe, sino que pierde humedad.
Por cierto, poner el pan en la nevera no frena este
proceso.
14. ¿Por qué el
pegamento no se pega al
interior del tubo?
El pegamento necesita
humedad para actuar. En el tubo no hay
humedad, pero sí hay aire, que actúa como inhibidor: por eso el
pegamento engancha muy bien dos
superficies que encajan perfectamente, sin dejar aire entre ellas.
Y esto también explica por qué el pegamento se
nos engancha a los dedos nada más salir del tubo, como se puede leer, de nuevo, en Why Don’t Penguins’
Feet Freeze?: “Como es
cálida y húmeda, la piel es un
sustrato ideal”.
15. ¿Por qué febrero tiene 28 días?
Para responder a esta pregunta, nos tenemos que remontar al calendario
romano, que tenía diez meses y sólo contaba 304 días. No contaban
los 61 días de pleno
invierno porque al fin y al cabo no los necesitaban para trabajar en el campo, como recuerdan en Mental Floss. Estos dos meses se introdujeron en el siglo VIII a. C.
con el objetivo de llegar a los 355 días al año. Para eso necesitaban
que uno de esos meses tuviera 28 días y le tocó al último en llegar.
Cada cierto tiempo,
se ajustaba el calendario con un mes extra de 27 días llamado Mercedonius. Finalmente,
Julio César introdujo el calendario egipcio de 365 días, para lo que,
por cierto, el año 46 a. C. tuvo que ser de 445 días. Había algunos errorcillos que
cuadrar.
Para ajustarlo aún más, se añadió un día cada cuatro años después del 24 de febrero, que era el día sexto antes de las calendas
de marzo. Este día sexto se contaba
dos
veces, por lo que era "bis sextus",
es decir, bisiesto, como relata Virgilio
Ortega en Palabralogía.
16. ¿El tiempo se podría acabar?
Si el universo tiene un comienzo,
¿tendrá también un final? ¿Habrá un momento
tras el que no habrá un después,
como escribe George Musser en Scientific American? Es posible. Según este artículo, “si el universo deja de expandirse y vuelve a contraerse, seguiría un proceso similar
al de un big bang al revés -el big crunch-, lo
que llevaría a que el tiempo se detuviera”.
Esto llevaría
a una pérdida de la direccionalidad y del sentido de la duración, con “fluctuaciones
al azar de densidad y energía, causando que los relojes, si queda
alguno, vayan adelante y atrás sin ningún orden”.
La dimensión temporal podría
convertirse
en otra dimensión espacial
y
los
“procesos se convertirán
en tan complejos que no se podrá decir que ocurran en
lugares y tiempos específicos”. Es decir, “el espacio y el tiempo no darán estructura al mundo”. Todo esto podría pasar dentro de sólo 5.000 millones de años, según un pesimista estudio del físico Rafael Bousso,
de la Universidad de Berkeley.
En este contexto, sobrevivir será complicado, pero
al menos ya no hará falta
madrugar.
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